EE.UU.: cómo llegó la camioneta de un plomero de Texas a la guerra en Siria
Cuando el plomero estadounidense
Mark Oberholtzer, de 62 años, cambió su vieja camioneta por un modelo
más nuevo, no podía imaginar que la transacción le iba a causar tantos
problemas.
En cuestión de horas, pasó de ser el modesto
propietario de una empresa de plomería en una localidad de 46.000
habitantes en Texas a recibir amenazas de muerte por ser "un
simpatizante de terroristas".
Todo por una imagen en la que se ve
el vehículo que él utilizaba para sus tareas de plomero reciclado para
la guerra con una batería antiaérea en su plataforma trasera y en poder
de combatientes sirios.
Sobrepasado por el acoso al que se vio
sometido, Oberholtzer presentó una demanda de US$1 millón por daños y
perjuicios contra el concesionario de autos donde hizo el intercambio.
Un convoy de rebeldes se desplaza en vehículos Toyota. Foto: AP
Intercambio de vehículos
El 23 de octubre de 2013, Mark Obertholtzer,
propietario junto con su hijo de la empresa Mark-1 Plumbing, acudió al
concesionario AutoNation Ford Gulf Freeway en la ciudad de Houston e
intercambió su pickup Ford F-250 de 2005 por una camioneta del mismo
modelo pero del año 2012.
Mientras esperaba que se resolviera el
papeleo correspondiente, el plomero cuenta que comenzó a despegar del
lateral del vehículo los adhesivos con el logotipo, el nombre y el
número de teléfono de la empresa.
Pero, según denuncian los
abogados de Oberholtzer en la demanda, un vendedor del concesionario le
pidió que no lo hiciera porque iba a dañar la pintura y añadió que ellos
lo harían de forma profesional.
Semanas después, el concesionario
vendió la camioneta en una subasta a Maz Auto, una empresa de venta de
autos usados en Houston.
El 18 de diciembre de 2013, según consta
en la demanda, el vehículo fue exportado de Texas a Mersin, en Turquía,
donde probablemente entró en la espiral de intercambio de armas y
materiales que tienen como destino la vecina Siria.
Y su rastro se perdió.
Redes sociales
Un
año después, en diciembre de 2014, Caleb Weiss, estudioso de
movimientos yihadistas, compartió en la red social Twitter una
fotografía que originalmente fue difundida por el grupo rebelde sirio
Frente Ansar al Din.
En la imagen aparecía la camioneta del
plomero con una batería antiaérea disparada por un hombre a quien no se
puede identificar.
La información de la empresa de Mark Oberholtzer seguía intacta en la camioneta.
Ahí es cuando empezó la pesadilla del plomero de Texas.
Su asistente lo llamó llorando para decirle que estaba recibiendo cientos de llamadas con insultos y amenazas.
"Al
final del día, la oficina de Mark-1, el teléfono empresarial de Mark-1 y
el teléfono celular personal de Mark habían recibido más de mil
llamadas de todo el país", precisa la demanda, que se presentó hace unos
días en un tribunal de Houston.
La demanda describe que
las llamadas, en tono acosador, incluían amenazas de violencia, daños a
la propiedad, lesiones e incluso muerte.
Algunos de los que llamaban cantaban en árabe y otros gritaban obscenidades a quien respondiera el teléfono.
"Al
principio creí que era algo de Photoshop, una broma de algún amigo", le
dijo Oberholtzer a un periódico local el pasado lunes.
"Entonces mi asistente me mandó la imagen y pensé: 'Nadie tiene una fotografía de ese camón'"
La fotografía también dio lugar a varias bromas en redes sociales e incluso llegó a la televisión.
El
conocido humorista estadounidense Stephen Colbert hizo un comentario
sobre el tema en su programa "The Late Show with Stephen Colbert", en
CBS.
"Ese país (Siria) se está yendo por el desagüe pero por
primera vez ya saben a quién llamar para desatascarlo… aunque pensándolo
bien, una camioneta, el desierto, un arma gigante… todavía podría ser
Texas", comentó Colbert.
Investigación oficial
Como explicó el abogado de Oberholtzer, Craig Eiland, su defendido ha sido forzado a llevar un arma para protegerse.
Además,
el plomero fue interrogado por investigadores del Departamento de
Seguridad Nacional y el Buró Federal de Inteligencia (FBI, por sus
siglas en inglés) estadounidenses.
En la demanda también se
denuncia que ha perdido gran parte de su negocio y que, cada vez que hay
alguna información negativa relacionada con rebeldes sirios o con el
autodenominado Estado Islámico, vuelve la oleada de llamadas insultantes
y amenazadoras.
Respuesta de AutoNation
Desde el concesionario demandado no se han hecho declaraciones ni responden el teléfono.
Un grupo de Kurdos viajan en una pick up Toyota. Foto: AP
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